acércate, ven… por favor, que te quiero cuestionar
sobre algo que he perdido y no he podido encontrar.
A ti que vienes de lejos y que todo lo conoces,
a ti, que vagas los cielos, para caer sin saber dónde,
a ti, cómplice fiel de la tristeza y el llanto…
loada amiga del que sufre, hermana de aquel que amó
y que se aferra al pasado que hace tiempo terminó.
¿Recuerdas aquel amor del que tanto yo te hablaba?
Hace tiempo que se fue y no he vuelto a saber nada.
En mí queda la esperanza de que me ayudes a hallar
al hombre que tanto quiero y al que no puedo olvidar.
Tan solo tráeme noticias, dile que aún yo lo amo
y si lo ves solo y triste recuérdale nuestro pasado.
Dile que aún en mis manos guardo dalias perfumadas
para acariciar, con ellas, su rostro cada mañana.
Dile que aún sigo viva, pregúntale si me extraña.
Yo, desde que se ha ido, no he podido tener calma.
Dile que sola me encuentro y que sin él no podré ser feliz
lluvia, tráelo a mi lado, lo quiero tener junto a mí.
En cambio, si él ya ha encontrado la luz de su amor perdido…
es mejor que nada cuentes…
sin dudar entenderé que ese hombre que yo amé:
jamás volverá a ser mío.
Música para leer el poema:
Adagio de Bach
Sophie Delany
Del Poemario: “Bendición o Castigo”.