Los hijos de Enoc de Marta Abelló

Corre el año 999 d.c y una terrible profecía amenaza a toda la humanidad. El fin del mundo se acerca y solo unos pocos elegidos tienen el poder para evitar la catástrofe que se avecina, pues según dice el Apocalipsis:…

Tarjetas remotas – Poema – Edel Morales

Cumplido el retiro, estás de nuevo en el show. Atrás, en el bungalow, dejas un papiro sajado, y el sobregiro de una risa pizpireta. Lanzas tu tarjeta remota, de huésped casual, sobre el fino césped; gozas romper la etiqueta. Observada…

Fantasma (Versos sencillos)

Como un fantasma a tu lado camino yo… a escondidas, te protejo del mundo cuando no hay nadie más y si viras la cara y me miran tus ojos soy tan tonto que tiemblo cuando nada verás. Yo protejo tus…

La libertad infinita – Poema – Edel Morales

Bajo el duro afiche que da sentido a esta hora contemplo el rostro de los bailadores. Manos distintas se mueven en el aire.Se mueve una voz, muchachas pegadas al sudory las guitarras que una estrella acerca por su luz. Fascinados…

Poema…

 En mi balcón yace la certeza de un instante, estás ahí -detenido- bajo una luz distinta, y pareces real -tan vivo- que casi me atrevo a decir que entre esta nada y el recuerdo llenas mi soledad. Helen Juliet Del…

El humo no es la llama…

No cruces esa puerta. Detrás, iluminando, solo hallarás aquella que te nace cuando enciendes el fósforo de algún viejo deseo que obedece a la orden primordial de tus abismos. El humo no es la llama. Se te abrirán las vistas…

Poema de Horacio De Stefano

Saldré a los brillos, los de la luna en el ripio, los del rocío en el pasto, la noche larga que amaina su calamidad queriendo, saldré como quien no tuvo el contrapunto del miedo para quedarse esperando, como un racimo…

Hacia el signo del monje…

 Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo… Así habló Zaratustra—Nietzsche. Partir lejos del ruido. Hacia el signo del monje. Donde la tierra se hace seno y raja el horizonte.…

Poema de Horacio De Stefano

Pero si vuelvo a tener savia en las manos tal vez no sepa entender el dolor del que estuvieron hechas, y aunque supiera creer… creer en cuántos!… creer en cómo!… el tiempo parece jugar con mi ceguera, pero si vuelvo…

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