Comparto con ustedes este breve cuento del poeta libanés Khalil Gibrán Jalil, que me gusta mucho. Una vez un hombre desenterró en su camino una estatua de mármol de gran belleza. Y se la llevó a un coleccionista que amaba todas las cosas bellas, y el coleccionista la compró por un alto precio. Y se
Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en un nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos. Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos… pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en
Cuando a medianoche se escuche pasar una invisible comparsa con música maravillosa y grandes voces, tu suerte que declina, tus obras fracasadas, los planes de tu vida que resultaron errados, no llores vanamente. Como hombre preparado desde tiempo atrás, como un valiente, di tu adiós a esa Alejandría que se aleja. No te engañes, no
¿Y para qué quieren libertad si no saben ser libres? La libertad no es gracia que se recibe ni derecho que se conquista. La libertad es un estado del espíritu. Cuando se ha creado, entonces se es libre aunque se carezca de libertad. Los hierros y las cárceles no impiden que un hombre sea
Una sonrisa cuesta poco y produce mucho. No empobrece a quien la da y enriquece a quien la recibe. Ocurre en un abrir y cerrar de ojos y su recuerdo dura a veces para siempre. Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella y nadie tan pobre que no pueda enriquecerse con sus beneficios.
Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que todos somos un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos
Los objetivos que valen la pena requieren esfuerzo, riesgo y sacrificio. El primer paso en cualquier proceso es crear una dirección, escoger un objetivo que brille para ti. Pocas cosas son seguras en este mundo, pero la gente raramente fracasa; simplemente dejan de intentarlo. El camino a la felicidad siempre está en construcción. Cuando la
«Esto es lo que sabemos: La Tierra no le pertenece al hombre, el hombre le pertenece a la Tierra. Todas las cosas están conectadas; así como la sangre une a una familia. El hombre no tejió la red de la vida, es meramente un hilo dentro de esa red. Cualquier cosa que él haga a
La vida no es un pasillo recto y fácil por el que viajamos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasajes en el que debemos hallar nuestro camino, perdidos y confundidos, una y otra vez atrapados en un callejón sin salida. Pero si tenemos fe, Dios siempre nos abrirá una puerta que aunque tal
Las palabras tienen poder. Por eso debes tener cuidado al pronunciarlas. Una vez formuladas desencadenan fuerzas imposibles de prever, resultados cuyos términos desconoces. (Fragmento de mi novela El Engastador) Martha Jacqueline Iglesias Herrera