si llevo tu nombre palpitando en mis venas
qué importa que mi amor no pudiera alcanzarte
si del cielo nunca ha caído una estrella.
Qué importa que la vida se empeñe en separarnos
si nunca he de olvidar aquella vez primera
en que me hiciste tuya sin temor al pecado
de ver arder en tus brazos a una mujer ajena.
Qué importa que mi amor no sea correspondido
ni que haya escrito este triste poema
si siempre te amaré como en un sueño
aunque no estés conmigo y aunque tú… seas de ella.