Contigo en aquel tiempo yo andaba siempre absorta,siempre a tientas, a punto de caerme, pero indemne y eterna,tomada de tu mano.Ya casi te veía, lo mismo que al destello de un farol en la niebla,una señal de auxilio en la tormenta. Sí, tú, mi sombra blanca, transparencia guardiana,mi esfinge azul hecha con el insomnio y
Daría la piel, el juicio, el verso, el dolor… daría al sabor por una fruta con sabor…si al menos supiera el precio de la muertedaría la vida por eso que vale más que la muerte,si vos supieras… no quedan largas fronteras, ni cortas, después de un beso,sólo la extensión inanimada del polvo que nos define