―¿Y qué son esas escrituras? ―pregunté al tiempo que colocaba la taza de té en la mesa de centro. ―Romàn… no tengo autorización para decirle mucho más, debe bastarle con saber que son algo así como un «Manifiesto de la Muerte». Yo me quedé analizando sus palabras por unos segundos. ―Y el símbolo, ¿qué significa?