Soberbio. Hicimos magia. Tomaste el camino de mis piernas. Bebimos hasta el fondo. Y la botella gira. El pico apunta hacia a mí. La noche gira hacia a ti. Unámonos. Mientras exista el desafío. La rabia. La ilusión. Mientras no exista el desencanto. Dessiré Del poemario: Garras de sumisa
Por Martha Jacqueline Iglesias Herrera Damos la bienvenida en Letraweb a otro escritor español cuya obra yo admiro mucho. Hablo, como ya deben suponer por el título introductorio, de Juan Ramón Biedma. Sobre este autor podemos decir que nació en Sevilla, estudió Derecho, y se dedicó durante años a la gestión de emergencias, actividad que
repito tu rastro,recalco el silencio de la noche entre las manos que aferran apenas eso,el silencio, la fractura del deseo, las hojas muertas…éramos tantos, éramos bocas catando otras palabras, voces viajeras,pulso de orfebre al tajar la piel del miedo,rastros de sangre en la idea del destino impaciente… repito todos tus rastros,renuevo todos mis sueñosantes de
Razones y chillidos, no me importo, deviene largo el olvido. Por mí se van las lluvias, la libertad del agua, la mano que se abre, el punto en cruz que precipita sobre la transparencia, los labios no besados y el aullido del perro que padece en la sombra la orfandad del arrojo. Como una mal
Finitud A fuerza de amanecer los ojos se me llenaron de diario. Ahora dentro de mí quedan las cosas y yo dejé de tenerme. ¿Cuándo pasé a ser la finitud para certeza del afuera? Ayer Lejano ayer, ignorante a este tránsito. Corto de aliento para costear el menudeo del sueño de mis amanecidas. Siempre su
Implacable te miro. Festiva. Ardorosa desde lo imposible. Con garras de sumisa. Con sed de hoguera. Sé buen anfitrión. Sé libre. Sé Mío. Sé Fiero. Dessiré Del Poemario: Garras de sumisa
Impulsemos las velas mientras tenemos luz. Ahora… que contamos con el favor de este viento azaroso y con la bendición de señales divinas. No hace falta ajustar el axiómetro de nuestro camino si el paso está marcado por las gracias y albricias. Mi intuición reposa al margen de un Itabo donde nuestros cuerpos se buscan
Flautista de Hamelin. Vete. Nadie marca mi melodía. Ni mis pasos. Ni mi sombra. Me proyecto bajo mi vientre: Tibia. Húmeda. Febril. Transgredo ante tus ojos. Impermisible. Aquiescente. ¿Ves? ¿El reflejo de mis alas? ¿Ves? ¿La orgía de mi carne? Soy mujer-pájaro. Vuelo. Dessiré Del Poemario: Garras de sumisa.
Fue esa noche intensa que al quedarnos solos le confesé mi amor sin saber que era tarde pues entre nosotros dolían las huellas que el tiempo dejó. No hubo una frase de más o de menos que recuerde hoy… solo sé que al callarse mis labios sin quererlo dijeron adiós. Tal vez nunca sepa cuánto
Por Ricardo Pla Mi Habana Lo bueno de La Habana es que cabe en un bolsillo. El hecho de que quepa en el corazón de cada uno de nosotros es un eufemismo, que a esta altura de la vida no me voy a dar el lujo de evocar por razones obvias de salud. La Habana