Un murmullo de trenes amonedándole las vías a la noche. Y me voy yendo sobre mi propia ausencia, de espaldas al paisaje, desdibujada hasta borrarme o hasta encontrarme de nuevo. Los puentes… ya no sostienen mis pasos ni se arquean sobre el río, sus sombras se recuestan y se hunden en el vientre de la
Me he vestido esta noche con letras de tu nombre, y te llevo prendido del mirar al abrigo… tengo gusto a septiembre, a promesa, a latido, a la hora que queda parada en los relojes. Me he entallado en el pecho la caricia de un vuelo que surcó de rebelde por tu cielo encantado he
Este amor tan lejano que te busca por un camino que se nace al viento, esta cintura de «siempre» donde hallas el corazón de la pasión, latiendo. Esta boca que sueña con tu boca y no deja de robarte un beso… estas manos que añoran a tus manos, esta atracción que sobrevive al tiempo.
Ni oculta ni confesa. No elijo ni proclamo aquello que no nombra mi luz ni mi silencio, ni el sueño que despierta con ojos azorados -licenciando la brea de la palabra trunca- girándose en sí mismo en busca de un dios que lo sostenga. Si acaso ves que oriento mi nostalgia que mis ojos atentos
Es un llamado a ti, que estás distante, pero tan cerca como la ola de la arena es un llamado en armas, necesario, como mensaje en vuelo por la guerra. Es un llamado a ti, que me seduces, no es un llamado hecho por cualquiera es un llamado de miércoles en sombra, es como
Hola, aquí les traigo una muestra de algunos poemas que integran el libro: Desearte en Abril, que se encuentra a la venta en Amazon por sólo 0.99 la versión digital y 3.99 la versión de tapa blanda. Si desean comprarlo, pinchen sobre la portada. Desearte en Abril refleja el amor desde diferentes perspectivas. Se habla
Alguien me nombra desde las raíces de un sueño incognoscible. Apenas, un murmullo de sombras que vienen tras mis pasos. Y es un olor lejano, con gusto a tardes curtidas por la lluvia, el color de una ausencia naciéndose en historia, labrando en la mirada una sed que provoca ausentarse al espejo que me
Un murmullo de trenes amonedándole las vías a la noche. Y me voy yendo sobre mi propia ausencia, de espaldas al paisaje, desdibujaba hasta borrarme o hasta encontrarme de nuevo. Los puentes… ya no sostienen mis pasos ni se arquean sobre el río, sus sombras se recuestan y se hunden en el vientre de
Ustedes dejaron mis ojos para ver… y yo les dije adiós pensando que un día volverían y ahora soy la otra realidad el alarmismo del pasado la aldaba para llamar a los recuerdos. Ya no soy la de antes aquí quedé representando un apellido llevando flores a la tumba de nuestros muertos ambicionando un descendiente
Tuvimos el amor más grande de este mundo. Diría que el recuerdo es una ventana abierta para reencontrarnos en la absurdidad de un tiempo que no nos pertenece en el extrañamiento de una caricia inútil para ocupar las manos en la certeza del sexo que nos quedó en la piel. Quizá el olvido nos ronda