MÁSCARAS

Nunca entendí el extraño rostro de su máscara, quizá… por un momento, tampoco él comprendiera la libertad negadora de la mía. Pero unas luces nuevas bañaban el asfalto, apenas… lo suficiente, para contrarrestar las duras sombras entretejidas en aquella ínsula del mar Caribe. Ambos estábamos sentados en tronos diferentes, gradas enfrentadas en aceras opuestas y

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