Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que todos somos un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos
Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza. Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio. Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan. Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una guerra. Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad. Y seguiré sembrando, aunque otros
«Hay un mago dentro de cada uno de nosotros. Un mago que lo ve y lo sabe todo. El mago está más allá de los contrarios de luz y oscuridad, bien y mal, placer y dolor. Todo lo que el mago ve tiene sus raíces en el mundo invisible. La naturaleza refleja los estados de
«La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; por tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti». John Donne
Donde hayan apagado las estrellassu sed de iluminar la faz del tiempo,habitará el secreto de sentirsemujer por un designio de lo alto …Si no hubiera más luz interiorno entendiera tan grandes misterios. María Sanz
Porque te tengo y noporque te piensoporque la noche está de ojos abiertosporque la noche pasa y digo amorporque has venido a recoger tu imageny eres mejor que todas tus imágenesporque eres linda desde el pie hasta el almaporque eres buena desde el alma a míporque te escondes dulce en el orgullopequeña y dulcecorazón coraza
A tiros nos dijeron: cruz y raya. En cruz estamos. Raya. Tachadura. Borrón y cárcel nueva. Punto en boca. Si observas la conducta conveniente, podrás decir palabras permitidas: invierno, luz, hispanidad, sombrero. (Si se te cae la lengua de vergüenza, te cuelgas un cartel que diga “mudo”, tiendes la mano y juntas calderilla). Si calzas
«La libertad de los pájaros se satisface en el vaivén de una rama; la libertad del hombre se cumple en su conciencia». Ermilo Abreu
Ese otro que también me habita,acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos,ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel,ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio,esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera,eco o palabra, esa voz
Y dónde está escondido tu tesoro, Hainuwele… «¿Y dónde está escondido tu tesoro, Hainuwele?»,me pregunta, burlona,la más anciana del poblado.Se refiere, lo sé, a lo que siempre buscanlos hombres cuando vuelven del combate.Mi tesoro, contesto, es suave como el musgo, dulcecomo leche de almendras,tiene el frescor de los helechosy sangra sin dolor hasta teñir de