En las minas de tu cuerpo, como minero celoso, escondo tus vetas de oroy solo yo sé de tu alma las coordenadas precisas en que sientes junto a mí.Tu mente es un libro abierto que escribo, leo y exploroy en el verde de tus ojos me arropo con tu mirada que oculta ese cielo azul…tu
Te sigo paso a paso…quiero estar vivo,rehacer a partir de tu aromael aire en que me nombras. Quiero que me oigas…romper la llave del errorcon que abrimos las sombras;amar todas las caras de tu júbiloen un idioma sin fronteras,desasido del cieloque se volvió distanciaen un siglo de espera. Quieroque nos alcemos como hierbay en un
(Porque donde no tiene voz un hombre, allí mi voz. – Pablo Neruda) Compañera…amo la parte de mí que tú habitassosteniendo mi canto con tu voz.Quiero vivir amando la hermosuraque me florece interminableen las profundas líneas de tus manos. Paloma mía…mi mundo está hambriento de tu risay tus ojos verdes son lo único que tengopara
Pensado por el oficio de tus manos… vuelo lejos. En ti despierto, mujer… luz de luna, faro que arde, patria del pecho incendiándome el latido. Tiembla la tierra cuando te anuncias regresándome, paloma mía. Tu vuelo traza la ruta de mi nido y en tu aleteo me quedo… ¿Por qué llorar corazón? El dulce labio
Distantes como el secreto de una señal anunciadapor el trigo que los difuntos siegan más allá de los camposabismados en el estigma de murallas de hierro… cercanos como las cenizas de la perpetuación que dictan al pie de los oráculosel trazado de un espacio no revelado a lo que nacerá otra vezen el seno de
(«Nunca he tocado nada de lo que tú eres. Estás como una idea en un instante puro. Si nunca has existido entonces eres posible… porque la realidad es muerte viva» -🖋 CIRLOT) Si pudieras verme…si al menos con el deseo pudiera tocar tu cuerpo,si fueras beso y yo labio…si el tiempo me diera vida para
Amor… soy hombre de camino. Cuando la noche abre su mirada me vuelvo tuyo, enamorado, loco… me hago pedido de tu alma y toco tu cuerpo de mujer. Cuando late el corazón, amargo, pruebo tu beso mientras me enamora cada resquicio que tiene tu boca que me sabe a miel, y con
Yo asisto cada día a la alianza que fraguan mis labios en el altar de tu sonrisa. Yo develo lo oculto del espejo calzándome la huella de tu vuelo en el viento, ese vuelo impulsado por el soplo de mi aliento en las calles de esta vida. Tu caricia en el brasero de mi
«A ti te hiere aquel que quiso hacerme daño y el golpe de veneno contra mí dirigido como una red pasa por mis trabajos y en ti deja una mancha de óxido y desvelo. No quiero ver, amor, en la luna florida de tu frente cruzar el odio que me acecha. No quiero que
Por Horacio De Stefano Buenos Aires, mayo del 2016 ¿Cómo presentar un libro de poesía?… ¿cómo describir el vuelo de una mariposa o el yunque de un herrero? ¿Cómo presenciar el nacimiento de los frutos?: ¿desde las manos del labrador?, ¿desde la grieta de la tierra fértil? ¿Cómo presentar un libro de poesía? Se