Mira a la mendiga que no acierta
a distinguir al mundo de sus precarios bienes,
la que encuentras en sitios desolados 
construidos con todo aquello que olvidaste,
la que arranca tu foto de un álbum del futuro 
para engañar a la añoranza,
la que remueve con su aliento las ascuas del atardecer 
y es la hechicera 
que hace con las líneas de tus manos 
un sagrario para la idolatría.
Mira a la que raja en dos 
las aguas del mar de tu conciencia…
y pide, gime y vuela 
por las redes tendidas de tus sueños,
la que descansa su cabeza en una almohada 
hecha con plumas de la muerte
y teje con tus lágrimas 
el crudo lienzo para las despedidas.
Mira a la que cambia 
las gotas de rocío del vaso de tu alba,
la que cose tu silla con retazos del cansancio 
que habita en tu equipaje,
la que hace de tu lecho una senda 
hasta la orilla de sus sueños
y transporta la niebla de tu noche 
en los carruajes del desvelo.
Mira a la mendiga 
que pisa tus huellas por las calles 
para saberte el rumbo,
la que mide tu poder con la complicidad 
de un perfume o la potestad de un canto,
la que trueca los siglos 
hasta dejarte afuera del tiempo de tu vida,
la que empuña el rayo del destino 
contra los desatinos de tu barro.
Mírala, 
           no la dejes cruzar,
                 no la pienses ajena.
Ella es la mendiga.
Ella es tu condena.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Del Libro de Poemas: “Decir la noche”
Poema ilustrado con la obra de la pintora polaca: Lidia Wylangowska. 
 
			 
			 
		 Spanish
Spanish				 English
English					          
Fantástico, muy hermoso!