Cuando en el suelo aún no se dibujan sombras,y quedan vestigios de humedad en los árboles,amo el andar por ti… mi Habana. Es que en ese instante tan efímerodonde vas despertando poco a pocoy tu entumido cuerpo que reposava entreabriendo sus párpados cerradoses cuando aspiro y hueles a esos siglosde suave aroma y resplandor innato.
Ustedes dejaron mis ojos para ver… y yo les dije adiós pensando que un día volverían y ahora soy la otra realidad el alarmismo del pasado la aldaba para llamar a los recuerdos. Ya no soy la de antes aquí quedé representando un apellido llevando flores a la tumba de nuestros muertos ambicionando un descendiente
Mi amo no sabe que al dormir sueño con otra vida. Cuando me compró… yo llevaba un pájaro invisible entre las manos que alimentaba con el llanto de mi inconfesa esclavitud. Su látigo mental ha abierto heridas en mis principios y rebeldía en las ideas que conjuran maldiciones heredadas de mis antepasados. Mi rabia es
Entonces los muros lucían menos altos…pero quise ser triste,porque de la alegría mi vida supo algo.Y me di lo imposible,lo que no era costumbre,la bastarda manía de evocar lo lejano.Y me cosí a su cuerpo(palabra en punto)y me debí a su aire.Esgrafiada en su lecholamí sus bordes,de loba a su deseo, mi talle.Jamás me supo
Estaba mirando una foto de la lluvia en este lunes que casi se termina, una foto futura que nunca se ha tomado con tu brazo de hombre rodeando mi cintura. Estaba así, como apoyándome, en una fiebre que siempre me perdura, balbuceando tu nombre con un falso recato mirándote desnudo, al pie de mi locura.
Nos vamos sin saber por qué nos vamos,pero siempre partimos.No importa cómo ni dónde nos sorprendaeste deseo en vuelo adosado a la sangreque nos viaja en forma de destino. Lleva el paso la memoria del regreso,aunque nunca se vuelva;porque dejamos gestos regados por el aire,como un hilo de prisa,raíl que el tiempo en su estampidava
Nada se repite exactamente igual…y esta noche que nos llega de lejosnítidamente iluminada por un cuarto de lunapodría semejarse en su esencia, a otras noches. Tal vez sea este aire cálido avanzadas las horasque huele a arena húmedaa palmeras,a sal,a trópico.O quizás sea el noctambulismo de los astrosen su andar por su existir celeste. Podría
El silencio está tejido de secretos…nadie quiere una radio «sin espinas»pero el año «1938» fue la prueba:Nueva Jersey, caíste.Nueva York, caíste. He ahí la cuestión. Martha Jacqueline Iglesias HerreraDEL POEMARIO: «VENTANAS» (2023)
En sueños volé a Tikaboo Peak desde la cimamiré hacia el valle oscuro durante horas,a lo lejos, un pájaro encendió una luzy se adentró en la vertical de mi mirada.Cómplice de la nochesolo hubo un silencio élitede la ruta marcadaen aquel mundo negro de Nevada. Martha Jacqueline Iglesias HerreraDEL POEMARIO: «VENTANAS» (2023)
Una mujer espera la muerte de rodillas. Déjala que camine sobre el fuego, que se sacuda la intemperie con tu abrazo que te ordene las sombras en las esquinas y ostente la cadencia de su talle. No la detengas. Una mujer viene despacio por los aires. Déjala que se quite la bronca y los ropajes