La noche sólo es explicable con la noche. Y la noche, como la poesía, es creación. Podríamos preguntarnos: Creación, ¿de quién? La noche es creación del misterio, de la magia, del encantamiento, de los sortilegios, del hechizo, de una interrogación que desemboca en la corriente de lo extraordinario, en la corriente de las distancias siderales