Nos dedicamos a las noches más simples. A las que no condicionaban los espaciosdesde atalayas de recuerdos,a las rentadas,por esa lluvia mansa que bosquejaba humedales donde los dedos sin nombre tatuaban sus urgencias: -poema, beso, lágrima-. Donde la huella en el barro era como la luna en la nochedesde los ojos perdidos, desde la niebla