Era un pájaro en su vuelo atravesando la luna…
era una estrella, quizás, que devolvieron mis ojos
desde un instante futuro que me traje del recuerdo.
Era un sueño abriendo un surco
o el mismo surco de un sueño,
eran las manos de un Dios, en alas del universo.
Era el silencio de un grito del más dulce de los cielos,
era la boca del mundo en aire y brillos diciéndose.
Luz y niebla, miel y lágrimas,
era la altura intentándose, hachada cruda del viento.
Quizás solo una visión que se hizo sitio en mi pecho…
y de real tenga yo… lo que tiene Él por cierto.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
DEL POEMARIO: «DE SUEÑOS Y CAMINOS»