el paisaje de tus sueños para vivir en él
pero no te convenció la casa que contenía.
Aún así no te diste por vencido,
te empeñaste, pusiste manos a la obra
sin importarte el enorme trabajo,
el desgaste tan costoso de rehacerla.
Y
Como la casa que se tira por dentro
dejando nada más que sus estructuras,
los justos pilares inamovibles para
poderla reconstruir de nuevo a
gusto y capricho del comprador
así me vaciaste por dentro
para llenarme de ti
dejando solo mis huesos
un esqueleto sin memoria,
borrando mi pasado,
el que tu orgullo no admitía.
Y
Minuciosamente, bocado a bocado
fuiste derribando cada una de mis vidas
de mis momentos felices y amargos del pasado.
Al igual que se tiran los muros y paredes,
te tragaste cada risa y llanto de mis tiempos.
Y
Como los escombros van al contenedor,
cada noche y día de mis calendarios fueron
a parar dentro de ti para que nadie pudiera
ni tan siquiera rozarlos, mucho menos
rescatarlos y devolverlos a mi memoria.
Con ello fuiste sintiendo y descubriendo
cada palmo de mis adentros vividos,
masticando también mis vómitos doloridos
Y
Yo, siempre arriesgada, apasionada,
entregada, me dejé tragar por ti
sin importarme subir al cielo o
bajar a los infiernos, mientras tú avanzabas
y saboreabas tus conquistas de mi ser como
el que satisfecho ve como va tomando forma
la reconstrucción de su nuevo hogar
Y
Cuando victorioso ibas a poner Tú bandera,
símbolo ineludible de tus dominios y poder,
he aquí que una ráfaga de aire sopló y me hizo
renacer de las ruinas en las cenizas de mi ser.
No pudiste ver, Amor Mío,
que el Ave Fénix que hay en mí
se escondía en mis huesos, sabiendo
que un simple soplo bastaría para que
mis alas volvieran a batir libres.
Que mis afueras y mis adentros no son paisajes
con casas que se puedan derribar y volver
a reconstruir al modo tuyo.
Y
Se te olvidó que un Ave Fénix,
aunque se apague y muera,
vuelve con más fuerza a RESURGIR
–
Amparo Bernal © 2008 by ADM