Entonces los muros lucían menos altos…
pero quise ser triste,
porque de la alegría mi vida supo algo.
Y me di lo imposible,
lo que no era costumbre,
la bastarda manía de evocar lo lejano.
Y me cosí a su cuerpo
(palabra en punto)
y me debí a su aire.
Esgrafiada en su lecho
lamí sus bordes,
de loba a su deseo, mi talle.
Jamás me supo santa
-ni falta que me hacía-
mejor fue con mi piel el tono de adorarlo
tentar los límites
quemarle con mi sed
sentirle
sentirnos
apasionadamente
mientras él,
mientras yo…
cuando entonces.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
DEL LIBRO : «SI NO FUERA DE TI» (2008)
Poema ilustrado con la obra de la pintora polaca: Lidia Wylangowska