En tu cuerpo me enseñaste la raza del fuego
y en tu alma, divina, la esencia del amor
en tus ojos la ruta que ha trazado el destino
y en tu piel, esa biblia, que aprendió el corazón.
Como hoguera celeste me incendia tu saliva
que dicta el padrenuestro en códigos de ardor
y yo soy la manzana en tu árbol de vida
y el sabor del pecado que tu boca asumió.
Como signos del Tiempo que se buscan y encuentran
como dioses que borran las horas del reloj
como Mundos naciendo nuevas geografías
hacia mí vienes raudo y hacia ti marcho yo.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
2024