Ustedes dejaron mis ojos para ver…
y yo les dije adiós pensando que un día volverían
y ahora soy la otra realidad
el alarmismo del pasado
la aldaba para llamar a los recuerdos.
Ya no soy la de antes
aquí quedé representando un apellido
llevando flores a la tumba de nuestros muertos
ambicionando un descendiente
y gastando las suelas en las calles.
Aquellas… donde planeamos el futuro
sin el desgaste de los convencimientos
leyendo un Mischa o un Sputnik
y los azules de ultramar podían ser gencianas,
o nomeolvides o campánulas
y no exilios ni distancias.
Ustedes dejaron mis ojos para ver
y yo, un sucesor aferrado a su abolengo
bajo la misma luminaria envejecida
recostada al pretil del mismo credo
entre las viejas pautas decadentes
ya no soy la de antes.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Del POEMARIO: «De sueños y caminos»