Todo parece tan real.
De repente padeces de ciudad
y te encuentras faltándole a tus pasos.
Te calza el abandono.
Si pudieras desflorar las sombras
que silencian las luces fondeadas por los años.
Pero mata el afuera que te vive
porque hay oleadas que son definitivas
cuando habitas abajo.
Rayas los días en troncos secos
para perdonar la desmemoria del olvido…
tú, la de vuelos apócrifos surcando las orillas,
la que secaste el sueño a fuerza de soñarlo,
la que encalló en ninguna parte
cuando remaba al filo de un recuerdo.
Y de repente la urgencia de morir
es horror a la muerte. Huye.
No huelas el abrazo de la puerta cerrada.
No te fíes del vano, ni del tiempo.
El azul se hace torpe detrás de una ventana.
Y yo, de tan real, podría ser cierto.
Esteban D. Fernández
Del Poemario: «Recuérdame».
Sobre el autor: Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz… soy incorpóreo, soy intangible…