Te sigo paso a paso…
quiero estar vivo,
rehacer a partir de tu aroma
el aire en que me nombras.
Quiero que me oigas…
romper la llave del error
con que abrimos las sombras;
amar todas las caras de tu júbilo
en un idioma sin fronteras,
desasido del cielo
que se volvió distancia
en un siglo de espera.
Quiero
que nos alcemos como hierba
y en un escalón del “todavía”
hallar la salida
de este instante de ausencia.
Algo me trae el día…
cuando me veo desnudo
cicatrizado en tus palmas,
como un puñado de barro
que toma forma en tus manos…
niña mía.
Así camino…
y no quisiera mirar…
pero tengo tus ojos
que me explican este intento…
(como si hubiera lugar
para esta vida)…
asomado a tu aliento
desde la puerta de mi alma
donde me sostienen sólo
el tiempo y la pregunta.
Este morir naciendo
cada vez en tus labios…
Este nacer muriendo
cada vez en tus manos…
ESTEBAN D. FERNÁNDEZ
DEL POEMARIO: «RECUÉRDAME»
SOBRE EL AUTOR: «Yo soy un sueño, un imposible… vano fantasma de niebla y luz. Soy incorpóreo, soy intangible»…