Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada:
y casi sin porqué, casi por nada
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada:
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno.
Y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.