Hagamos una locura,
un disparate.
Hazme frágil,
poetisa,
tuya,
y bebamos el amor a cucharadas.
Hagamos un dobladillo a la dulzura,
cosamos el tiempo en la mirada,
estrujemos mi nombre con tu nombre
y matemos a un ángel:
por amarnos,
por no amarnos,
por habernos amado hasta la muerte,
por violentos,
por la errática luz de la mirada
por los “siempre”
por los “nunca”.
Hagamos una locura,
un disparate.
Como casi…
como nada…
como miedo de niños bajo el agua
que salvan a su sueño del naufragio,
como ropas de algas que nos cubren
como ganas a punto de ser ganas.
Hagamos un compromiso con el fuego
cruzando por la muerte,
juguemos a querernos,
a sudarnos,
usemos la pasión
hasta abrir nuestra cama por el centro.
Ensuciemos las sábanas de amor,
de fiebre,
de memorias…
atravesémonos a besos
y echemos a los perros la vida que nos falta.
Matémonos a caricias,
a ternura,
hasta incendiar el alba.
Hagamos una locura,
un disparate.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Del Libro: “Desearte en abril”
Poema ilustrado con la pintura de Lidia Wylangowska