Tengo un pecado maduro, casi fiero,desnudándome el cuerpo… mi guerrero,con un vicio de fuego milenario. Tengo tu boca mordiéndome la carne,rozándome -de sur a norte- la locura,tengo un gusto en la piel que sabe a amarte,que se quedó prendido en mi cintura. Tengo tu nombre clavado en la gargantay un beso que de lejos me
Por estos momentos que estamos viviendomis mejores años -sin pensar- te entrego,si algún día me faltas, no temo perderlos,pues estar a tu lado es lo que deseo. Pasarás por mi vida como un sueño imposibleque inesperadamente un día se volvió realidad,pasarás sin saber que sin querer te quisemás de lo que alguna vez pude imaginar.
Yo te saqué un boleto a mi locurafirmado con el nombre de un deseo,y pensando en ti me desconciertoy se me hace lección fácil la ternura. Martha Jacqueline Iglesias HerreraDEL POEMARIO: «DESNUDA COMO EVA» (2020) POEMA ILUSTRADO CON LA OBRA DE LA PINTORA POLACA: LIDIA WYLANGOWSKA.
Ya no muero de muerte, ya no muero. Muero de un poco yo,de un poco tú, y tanto fuego…de mis palabras sucias de amor en el deseo,de este recato de monja que apenas me perdurade abrazar esa noche cuando dices «mi luna»y de mirar pasar la vida que nos queda. Muero de todo eso que
Cuando en el suelo aún no se dibujan sombras,y quedan vestigios de humedad en los árboles,amo el andar por ti… mi Habana. Es que en ese instante tan efímerodonde vas despertando poco a pocoy tu entumido cuerpo que reposava entreabriendo sus párpados cerradoses cuando aspiro y hueles a esos siglosde suave aroma y resplandor innato.
Ustedes dejaron mis ojos para ver… y yo les dije adiós pensando que un día volverían y ahora soy la otra realidad el alarmismo del pasado la aldaba para llamar a los recuerdos. Ya no soy la de antes aquí quedé representando un apellido llevando flores a la tumba de nuestros muertos ambicionando un descendiente
Mi amo no sabe que al dormir sueño con otra vida. Cuando me compró… yo llevaba un pájaro invisible entre las manos que alimentaba con el llanto de mi inconfesa esclavitud. Su látigo mental ha abierto heridas en mis principios y rebeldía en las ideas que conjuran maldiciones heredadas de mis antepasados. Mi rabia es
Entonces los muros lucían menos altos…pero quise ser triste,porque de la alegría mi vida supo algo.Y me di lo imposible,lo que no era costumbre,la bastarda manía de evocar lo lejano.Y me cosí a su cuerpo(palabra en punto)y me debí a su aire.Esgrafiada en su lecholamí sus bordes,de loba a su deseo, mi talle.Jamás me supo
En sueños volé a Tikaboo Peak desde la cimamiré hacia el valle oscuro durante horas,a lo lejos, un pájaro encendió una luzy se adentró en la vertical de mi mirada.Cómplice de la nochesolo hubo un silencio élitede la ruta marcadaen aquel mundo negro de Nevada. Martha Jacqueline Iglesias HerreraDEL POEMARIO: «VENTANAS» (2023)
Una mujer espera la muerte de rodillas. Déjala que camine sobre el fuego, que se sacuda la intemperie con tu abrazo que te ordene las sombras en las esquinas y ostente la cadencia de su talle. No la detengas. Una mujer viene despacio por los aires. Déjala que se quite la bronca y los ropajes