Soy una mujer que quiere a un hombre
divino de nacer para los martes
él tiene el color de la ceniza
y me duele adentro de la carne.
Ante su boca me arrodillo mal vestida,
con sombras de besos y de ganas
mi poca ropa insiste todavía
en cubrirle el frío en sus mañanas.
Soy una mujer que quiere a un hombre
y rompo con mis manos esta distancia
que me separa -cuando lo nombro- de su lecho
mientras se vuela en mi deseo como un ala.
Mi corazón persiste en conocerlo entero.
Su desnudez me sabe a octubre,
a fragancia de hechizo…
es sur de mi garganta,
mi hombre es un halcón cayéndose hacia el cielo
es mi necesidad,
mi fe,
la dicha lisonjera de mi alma.
Soy una mujer que quiere a un hombre
con una excusa de amor que nunca acaba.
MARTHA JACQUELINE IGLESIAS HERRERA
DEL POEMARIO: «DECIR LA NOCHE» (2018)